miércoles, 8 de julio de 2015

"Me gustaría ser capaz de amar -exclamó Dorian Gray con una nota de profundo patetismo en la voz-, pero se diría que he perdido la pasión y olvidado el deseo. Estoy demasiado centrado en mí mismo. Mi personalidad se ha convertido en una carga. Quiero escapar, alejarme, olvidar."

Un problema moderno. El ego que nos construimos. Aparentemente sin un ego no podemos ni siquiera pronunciar palabra. Sin un ego bautizar un deseo, edificar la vida; vivir.

Montados en egos estamos. Desde allí hablamos tod@s. Las personas sabias, son casi una especie en extinción: no son ególatras. Lo que dicen no se entiende por sabiduría y por no-ego. No se entienden por partida doble.

Si uno no está montado en un ego, es raro. Sí... es una persona rara, de no hablar desde allí. Es casi una no-persona. Y les pasa a los viejos, los sabios; las mujeres admirables y casi toda persona de bien. Es un mal moderno típico. El exitismo, egoísmo... el desamor.

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